Encantamiento mágico
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En este díptico de Mingos Teixeira, pintor abstracto e informalista que juega con las texturas creando manchas grumosas de color, sorprende el contraste de sensaciones: movimiento frente a estatismo.El lienzo derecho es un juego de colores fuertes, sin formas evidentes que se disponen horizontalmente, rotos en algún momento por el gris con que reviste el fondo. Muy interesado en el color, que plantea como una forma de comunicación en el arte, utiliza tonos vivos, creando un cromatismo intenso de rojos, rosados y naranjas en la parte superior, que se transforman en tonos oscuros, negros, azules y morados en la parte inferior. Un horizonte crepuscular, donde los tonos son los auténticos protagonistas.
En el lienzo izquierdo las pinceladas se superponen creando texturas empastadas y calibradas que se mezclan con el fondo mediante trazos expresivos y gestuales. El gris se une al morado, al naranja, al rojo y al blanco en una composición intimista.
Una pieza donde las dos partes se complementan, porque mientras una presenta una pincelada suave y sosegada que da sensación de quietud, la otra, gestual e intensa, transmite sentimientos de fuerza y movimiento.