Sin título
Comentarios
Estas piezas son el resultado de una trayectoria en la que Basallo comienza realizando esculturas macizas, con la idea de sacar del bloque lo que sobra para conseguir la obra final. Sin embargo, con el paso del tiempo, el artista abandona las gubias en favor de los serruchos, machetes, cepillos... herramientas más ligadas a los ebanistas que a los escultores, componiendo pequeños elementos, uniendo piezas, ensamblando, combinando la madera con cuerdas, alambres, cobre... como lo hace en la obra aquí comentada. En lugar de llenar el espacio y crear volúmenes opacos y cerrados, lo que hace Basallo es jugar con el propio espacio, sin necesidad de llenarlo, a través de estructuras huecas, que gracias a la iluminación que reciben proyectan sombras que forman parte de la propia escultura ayudándola a crear distintos tipos de sensaciones, dependiendo de la dirección y tipo de luz que reciben.Es curioso cómo este artista comienza con la madera como material escultórico porque no podía permitirse otros como el mármol o las fundiciones en bronce, por ejemplo. Pero a pesar del paso del tiempo, de una importante trayectoria como artista, y a pesar de poder permitirse económicamente otro tipo de materiales, Basallo sigue fiel a la madera, a sus orígenes, convirtiendo los elementos de reciclaje y esa economía de medios en un lenguaje propio, dotando a sus esculturas de un diálogo entre pensamiento, materia y forma.
No busca la escultura monumental, él mismo dice que elabora piezas artesanales que se convierten en artísticas gracias al espacio expositivo, al contexto que les rodea. Evita todo tipo de convencionalismos, no quiere que le encasillen en un estilo, sin embargo en su obra es fácilmente reconocible su firma gracias a la coherencia y fidelidad a su trayectoria, e incluso se pueden apreciar influencias de artistas como Brancusi, Giacometti o Calder entre otros. Le gusta que sus obras se integren en el espacio sin necesidad de subirlas a peanas o pedestales, en muchas ocasiones utiliza pies de madera, a modo de trípode, para sostener sus esculturas y evitar que se caigan. En este caso, las tres piezas son inestables, su base esférica no permite que se mantengan de pie, en su origen están pensadas para que busquen en una pared el punto de apoyo que les falta, jugando con el equilibrio estático, algo característico en muchas de las esculturas de Basallo.