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Con gran capacidad de síntesis, capta las características del terreno: amontonamientos de piedras, campos parcelados, tierras labradas, la carretera, y la montaña, que se recorta sobre un amplio cielo con nueves, al fondo, por donde asoma un requicio de mar. El dibujo se enriquece con armoniosa gama de colores, aplicados de forma espontánea, pincelando en distintas direcciones, sin titubeos, jugando con reservas de papel en blanco y con el restregado del pincel, que reproduce la textura rugosa del papel con evidente dominio de la técnica.
