Bodegón

- INV:
- 2606
- Año de creación:
- 1989
- Dimensiones:
- 60 x 77 x 0
- Técnica:
- Óleo sobre tabla
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La armonía cromática es la verdadera protagonista de la obra donde la naturaleza muerta se retrata con una absoluta delicadeza y, al tiempo, con una visión casi científica, explorando en las posibilidades de los objetos, sus calidades, su volumen, sus texturas...El bodegón presenta a seis recipientes de cerámica de diferentes tamaños y grosores, algunos de ellos con detalles decorativos. Los cacharros se sitúan sobre una mesa cubierta con un mantel dispuesto artificiosamente, con pliegues que permiten realizar un estudio de luces y sombras.
Las tonalidades se mueven en torno a los beige, los tierras y a los grises y con ellos realiza toda la composición -exceptuando los motivos en azul y rojo que decoran algunas piezas-. En este sentido, es interesante la presentación del fondo, casi neutro e invisible ya que incide en esos mismos tonos, tendiendo toda la tela hacia la monocromía. Esto indica que la pieza pertenece a su última etapa creativa en la que los fondos se aclaran y muestra el interés por una luz más suave y difuminada, que dulcifica los espacios. La pincelada liviana, imperceptible, aumenta la sensación de obra aterciopelada, describiendo la dirección de la luz que penetra por la izquierda.
En su preciosismo, el autor es capaz de captar la naturaleza porosa del barro, el volumen redondeado de los objetos, el aspecto mate, sin brillo, de la superficie sin barnizar e, incluso, mediante unos toques impresionistas, dibuja los motivos que decoran los cacharros o define las flores, casi transparentes, que dejan respiran el fondo.
Observando el resultado del bodegón se comprende el milagro del autor, el extraer, de unos objetos simples y cotidianos, de un momento perecedero, una obra elegante y poética.