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La temática de Mª del Carmen Corredoira se centra en interiores a los que llega la luz a través de una puerta o ventana o en tipos populares, principalmente campesinas gallegas. Posee como Jan Vermeer una nota poética inconfundible. Es capaz de captar ese silencio de un momento que casi no trasciende, en el que a penas vibra la intimidad y el recogimiento. En el presente retrato de medio busto, la modelo, de mirada baja y expresión seria pero dulce, destaca de perfil, sobre un fondo neutro verdoso. Su aspecto juvenil aparece subrayado por el colorido del pañuelo típico de la campesina gallega, que lleva atado a la cabeza. Se cubre con un manto, como si fuera a misa o a la feria, que le cae por la espalda enmarcando su cabeza con sombras que dan ambiente al retrato, ejecutado con una materia fina y lisa que deja ver el grano grueso del soporte y que aumenta de espesor en los puntos de luz de la cara, y en la textura del pañuelo y de la blusa blanca que asoma en el escote.
