XULIO GIL
Gil Rodríguez, Xulio
( Ourense, 1954 )
Biografía
De padre vigués, su infancia y adolescencia transcurren en Vigo. Se traslada a Santiago de Compostela, donde comienza los estudios de Ingeniería para luego licenciarse en Matemáticas; en esta etapa conoce a Antón Rodríguez Casal, quien le inculca su pasión por la prehistoria, y de este modo surge su relación con el universo artístico, que termina de afianzarla su compañero de piso en aquellos tiempos, Eduardo Grandío. En esos años, su primera novia le regala su primera cámara de fotos de calidad con la que inicia su camino de fotógrafo vocacional ─que compaginará con su profesión como docente de Matemáticas─. Realiza su primera exposición en la plaza de la Princesa de Vigo en 1976; desde entonces ha expuesto su trabajo en diversas ciudades de la geografía gallega, Madrid, Valencia, Barcelona o norte de Portugal. Asimismo, su obra figura en colecciones gallegas como la de Afundación o la del Museo de Pontevedra. Cabe destacar su trabajo en libros de arte como Vigo: Fronteira do alén, con textos de Xosé Luís Méndez Ferrín, Tigres coma cabalos, con poemas de la que fue su esposa Xela Arias u Olores e sabores do saber, con textos de Carlos Casares, así como en libros dedicados al arte gallego para Hércules de Ediciones y Nova Galicia Edicións, en la colección Artistas Galegos, de tal forma que tiene la oportunidad de conocer de cerca un amplio repertorio del arte de su tierra y a los más relevantes artistas gallegos. En el año 2013 se le concede el Premio de la Crítica de Galicia en la modalidad de Artes Plásticas y Visuales.
Afirma Gil: «el arte es comunicación… la obra tiene que comunicar visualmente. Lo que persigo es que produzca sensaciones»; en su producción fotográfica asegura jugar con sus afectos y con lo que le afecta. Su amplia formación artística y gran conocimiento del arte galaico se reflejará en sus proyectos conceptuales en los que aborda el retrato y el desnudo, así como la temática natural y vegetal o los petroglifos; en todos ellos muestra su personal mirada. En sus imágenes, en las que emplea tanto el blanco y negro como el color, y que acostumbra a presentar en dípticos, trípticos o polípticos, trabaja de manera habitual con las sobreimpresiones y otros recursos, así como con cuidadas composiciones, que revelan una gran influencia de los movimientos de vanguardia del siglo XX.
En la Colección Afundación figuran tres obras fotográficas del autor. La más temprana, titulada Mans III (1987), es una única pieza en un formato de pequeñas dimensiones. Tanto O millo como Toxos, flores, fentos están fechadas en 2008, presentan un formato de políptico ─la primera está integrada por 9 y la segunda por 4 piezas─, y pertenecen a la serie Retablos esenciais. En esta serie, el artista trata de dignificar con su peculiar mirada elementos esenciales de la tierra y naturaleza gallegas, elementos cotidianos al fin y al cabo que convierte en extraordinarios, como son el maíz, los tojos, las flores y los helechos, y para ello se basa en los retablos renacentistas y barrocos de la arquitectura religiosa galaica ─una tipología de mobiliario litúrgico en la que se sigue un orden iconográfico y en la que suele figurar una devoción principal y en torno a ella diferentes historias relacionadas─ que había fotografiado para diversas publicaciones. De este modo, recurre a su cultura visual y compone en formatos rectangulares una suerte de retablos, «laicos» ─apuntala Gil─, que enlazan con su cultura católica, aunque asegura no tener fe, y con su condición de gallego, que destilan belleza y una impecable técnica.
Bibliografía
XULIO Gil, Deputación Pontevedra, Pontevedra, 2004.