LUIS TRABAZO

De pequeño muestra una precocidad y una inteligencia singular que se reflejará en su destacada actividad multifacética posterior. Licenciado en Derecho por la Universidad de Santiago de Compostela, trabaja en la abogacía durante un breve periodo, hasta 1936, momento en el que participa en la Guerra Civil en el bando franquista, donde obtiene por su heroísmo y dotes de estratega la medalla militar individual, una de las más altas condecoraciones castrenses. Tras la contienda, rehúsa el camino que se le abre para hacer carrera en el ejército y también su anterior profesión de abogado. Enferma de tuberculosis ─su salud se debilitará para siempre─ y pasa largas temporadas hospitalizado en Salamanca o en el Guadarrama, periodos que aprovecha para desarrollar la lectura, el estudio o la escritura. Posteriormente, se instala en Madrid donde se gradúa en Periodismo, y combinará esta profesión con otras actividades entre las que resaltan la literatura, el dibujo y la pintura. Se convierte en redactor jefe de la revista carlina Misión y colabora en otras publicaciones como ABC, Índice, Pueblo, Informaciones o La Región. Asimismo, dirige una galería de arte en Madrid. Comienza a pintar con más de cuarenta años y realiza su primera muestra en 1958, a la que le seguirán exposiciones arropadas por la crítica en las principales ciudades de Galicia y Madrid. Regresa de manera definitiva hacia finales de los años sesenta a Ourense, donde se dedica con mayor intensidad a la práctica pictórica. Ejerce como director del Instituto de Estudios Orensanos Padre Feijoo, y publica el tratado de filosofía política ¿Violencia o razón? (1969) o monografías de arte entre las que destaca Pedra, barro, bronce (1978), en la que homenajea la trayectoria de sus amigos escultores Antonio Faílde, Arturo Baltar y Manuel Buciños y los da a conocer en Madrid. Muere prematuramente debido a sus problemas de salud. Una buena parte de su obra se encuentra representada en la Colección de la Deputación de Ourense y en otras de diferentes museos gallegos. 

Personaje singular y multidisciplinar, fue intelectual, artista, bohemio, pensador, periodista, escritor, crítico de arte, abogado, militar, ajedrecista… Su faceta artística la comienza a cultivar de manera tardía, en su emotiva pintura la temática principal es el paisaje. Nos acerca la naturaleza a través de un lenguaje postimpresionista marcado a nivel formal principalmente por una pincelada suelta y espontánea con abundante materia  y sobrio cromatismo.

Dos obras pictóricas figuran en la Colección Afundación. En ambos paisajes, construidos con espesa materia, se reconoce una clara estructuración que deja aproximadamente un cuarto de espacio en el borde superior del lienzo para el horizonte en azules y blancos, que contrastan con las tonalidades verdes, amarillas, naranjas y ocres predominantes en los terrenos. En el paisaje de 1970, muestra una amplia perspectiva con una visión notablemente elevada en la que aparecen una serie de líneas en diferentes direcciones que organizan el territorio de colinas y valles junto a una serie de árboles y unas casas hacia el fondo de la composición, mientras que en el de 1975, focaliza su atención en la naturaleza, con arbustos, hierbas y campos segados, que sitúa muy próximos al espectador con un bajo punto de vista.