FEDERICO RIBAS
Ribas Montenegro, Federico
( Bouzas, Vigo, 1890 - Madrid, 1952 )
Biografía
Hijo de unos comerciantes acomodados, desde muy pequeño muestra una gran afición por el dibujo. Rehúsa cursar la carrera de Medicina que su familia deseaba que estudiase, y una vez finalizado el Bachillerato realiza oposiciones para ingresar en Correos; no supera el último ejercicio, por lo que se dedica a practicar la escultura con el escultor Julio González Pola. En 1908, con apenas diecisiete años, decide emigrar a Buenos Aires, donde inicia su vida de ilustrador y dibujante con ciertas dificultades iniciales hasta que consigue colaborar en publicaciones como Papel y Tinta o Última Hora. Se traslada a París en 1912, donde coincide con los principales integrantes de la vanguardia artística y pronto consigue trabajar para la revista Mundial, dirigida por Rubén Darío. Cuatro años más tarde regresa a España y colabora en las grandes publicaciones del momento: La Esfera, Nuevo Mundo y Blanco y Negro, y también realiza dibujos de humor para Faro de Vigo y El Pueblo Gallego. Gana en Madrid en 1916 un concurso publicitario para el jabón Heno de Pravia de los Laboratorios Gal; más adelante es nombrado director artístico de la casa. Su ideología republicana le lleva a exiliarse de nuevo en Buenos Aires durante la Guerra Civil, donde dirige la revista Atlántica y colabora con periódicos antifranquistas como España Republicana. A finales de 1949 vuelve a España y se instala definitivamente en Madrid. La obra de Ribas se encuentra representada en museos de Galicia, así como en las colecciones y archivos de Prensa Española, y empresas industriales, publicitarias y editoriales.
Virtuoso dibujante y excelente publicista, se deja influir en un primer momento por ilustradores ingleses, como Beardsley, y José Segrelles. Crea un estilo con sello propio, situado al margen del arte gallego renovador de su época, que obedece a un modernismo sensual festivo; idea un universo de sensualidad, modernidad y libertad que fueron característicos de su época. Logra elevar el cartel en España a la categoría de arte y convierte la ilustración en un modo de expresión perdurable que trasciende lo comercial. Su trazo es suave y recurre a una estilización decadente entre el modernismo y el art déco junto con un cromatismo cálido y atractivo.
Seis obras sobre papel del artista figuran en la Colección Afundación. Tres de ellas están realizadas a lápiz —fechadas entre los años veinte y cincuenta— con la figura femenina como protagonista; una temática muy recurrente en la trayectoria de Ribas. Son mujeres hermosas de silueta estilizada (aunque más rotundas que las inmortalizadas por Penagos) que muestran delicadeza, atrevimiento y sensualidad con gestos y poses sugerentes representadas con un trazo preciso y unos sutiles sombreados de múltiples matices. En El congreso se divierte (1925) se sirve de la plumilla y muestra su faceta caricaturesca, pues retrata de un modo sintético y humorístico a un numeroso grupo de variopintos personajes en un ambiente lúdico y festivo. El guache es otra técnica que el artista dominaba como muestran las obras Negra y blanca (1920) y Con sombrero rosa (1916). En la primera de ellas representa a dos clásicas figuras emplazadas en una arquitectura de mismo estilo, y en la segunda, retrata a una estilizada y elegante joven ataviada con capota, guantes y un vestido característicos de la moda de otro tiempo.
Bibliografía
SOBRINO MANZANARES, M. L.: O cartelismo en Galicia, Edicións do Castro, Carnoedo (Sada), A Coruña, 1993.
VV. AA.: Federico Ribas, Caixavigo, Vigo, 1991.