QUESADA

Hijo de un funcionario de Hacienda y de una profesora de piano, es el tercero de seis hermanos, en una familia en la que todos, incluidos cónyuges y descendientes, van a ser artistas; su esposa será la pintora Ana Legido y dos de sus hijos serán artistas. Autodidacta, comienza pintando junto a su hermano Xaime en el río Barbaña. Su trabajo plástico se centra fundamentalmente en la caricatura. Así inicia una colaboración —diaria e ininterrumpida hasta el final de su vida— con el diario vigués Faro de Vigo en 1961. Da el salto a la prensa nacional tres años más tarde, primero en Pueblo y Arriba, y después en revistas como Blanco y Negro, Gaceta Ilustrada, Cambio 16, Interviú o La Codorniz. Por esta labor será galardonado con grandes premios como el Mingote del diario ABC, el Plomada Agromán o el de la Xunta de Galicia hasta en dos ocasiones o el Reconquista, entre otros. Como pintor, realiza su primera muestra individual en su ciudad natal en 1976, a la que le seguirán muestras —más bien ocasionales y sobre todo colectivas— en ciudades de Galicia, y después España, Europa y Sudamérica. En su última etapa, se entregó más a la pintura y realizó exposiciones individuales en Vigo, Ourense y Madrid. Se encuentra representado en colecciones como la del Museo Municipal de Vigo Quiñones de León.

El humor es el pilar sobre el que se sustenta su universo artístico. En su pintura, al igual que en sus dibujos, se adivina su gusto por definir tipologías humanas características. En sus caricaturas políticas, en ocasiones puede aproximarse a lo grotesco, sin embargo, en sus pinturas hace acto de presencia normalmente de manera sutil. Se expresa a través de una poética realista libre, próxima al expresionismo y sustentada en un firme dibujo. En su pintura, presenta una visión abarrocada, irónica, con ciertas notas de acidez, pero al mismo tiempo cándida y tierna, repleta de imaginación y también de color, con referencias oníricas. Son imágenes, que en ocasiones evocan el pasado, en las que aparecen personajes que recuerdan a El Bosco, Brueghel, Goya, Daumier o Toulouse-Lautrec.

En la Colección Afundación figuran dos caricaturas y diez óleos del autor. En las viñetas, de gran fuerza en blanco y negro, muestra la retranca y el humor galaicos, con un dominio compositivo y una notable capacidad sinóptica. En las pinturas, aparecen sus característicos personajes, salvo en Paisaje y Caserío, ambas de 1980, en las que representa unas peculiares vistas, dominadas por la geometría con casas que se sitúan en unas colinas de abrupto terreno, creando un sugerente dinamismo. El surrealismo aparece intensamente en las obras de los ochenta: Cocineros, deudora de sus ilustraciones, Máscara y viejo, y El sueño, en la que aparece una ventana que le permite establecer una serie de juegos visuales, igual que en Dama en verde —que parece revivir el París retratado por Toulouse-Lautrec mediante una pintura matérica y grumosa y una atmósfera pesada— lo mismo que La casa de la Ville, Mimi y Elvirita, todas de los noventa.