YAYO QUESADA
Quesada Legido, Alejandro
( Vigo, 1975 )
Biografía
Perteneciente a una familia de múltiples y renombrados artistas, es hijo de Fernando Quesada y de Ana Legido, hermano de Marieta Quesada, sobrino de Xaime Quesada y Antonio Quesada…, su vocación artística surge de un modo natural al crecer estimulado y rodeado de arte y creatividad. Tras estudiar en la Escuela de Artes y Oficios, se forma a nivel pictórico en diferentes técnicas con sus padres y con su tío Antonio, gran paisajista de tendencia abstractiva poseedor de un inconfundible estilo que también le inculca la dificultad de poder vivir de la profesión de artista. Su curiosidad y espíritu viajero le llevan a viajar por Europa y a trasladarse a Córdoba para aprender la técnica de su hermana Marieta. Respecto a su formación, asegura: «He tenido el privilegio de aprender trabajando con grandes artistas, como mi tío Antonio Quesada o mi hermana Marieta. Con 22 años fui al estudio de mi tío y allí me quedé alucinado». Posteriormente monta en Córdoba un estudio y combina su faceta artística con la docencia de pintura. Asimismo reside durante una extensa época en Granada rodeado de artistas, para finalmente regresar a su tierra natal junto a su familia. Aunque en un principio se muestra reacio a realizar exposiciones, tras participar en la realización de un mural en una plaza de Ferrol junto a su tío Xaime, decide exponer en su ciudad natal con un rotundo éxito a comienzos del siglo XXI, e inicia una colaboración con diversas galerías gallegas como Dua2 y Termes, en Vigo, y Marga Prada, en Ourense, en las que realizará exposiciones, así como en otros espacios de Galicia.
Artista alejado de planteamientos conceptuales, sostiene que la finalidad de su obra pictórica es «lograr que un cuadro sea entretenido», de tal modo que busca la diversión del espectador admirando sus obras. Su pintura, que define como «un tanto surrealista», está basada en la sugerencia y la evocación con un acento lírico y una poética muy personal, a través de una técnica en la que siempre toma como base la mancha pictórica con predominancia de un cromatismo neutro para «sacar» sus personajes a través de diversas medios como el frottage ─ideada por Max Ernst en 1925─, y también el sfumato ─muy empleado en la pintura renacentista─, del que afirma: «Es muy característico de mi pintura que saco las luces, no las pongo, haciendo un sfumato sacando la luz»; técnica con la que asimismo crea sus características atmósferas neblinosas.
En la obra pictórica del autor vigués que figura en la Colección Afundación, un óleo sobre lienzo y tabla fechado en 2003 ─coincide con el inicio de su actividad expositiva─, se reconoce una figura central recostada que parece una suerte de esqueleto humano, rodeado de una serie de animales extraños que se asemejan a peces, pulpos, morsas o zorros, que combina y mezcla de manera que conforma una especie de gran nube de sutiles gradaciones tonales neutras, principalmente ocres, que se encuentra rodeada de un cromatismo de marrones oscuros que refuerza la singularidad y fantasía del amorfo conjunto; el autor persigue que el espectador explore de un modo lúdico sus cuadros para descubrir personajes ocultos, «como si fuera ese juego de buscar formas reconocibles en las nubes».