ELSA PÉREZ VICENTE
Pérez Vicente, Elsa
( Buenos Aires, Argentina, 1927 )
Biografía
Estaba sintiendo, viviendo España, en concreto Galicia, en el hogar que había creado con el pintor vigués Antón Abreu, mientras vivían y respiraban en mundo argentinos. Se formó en el taller de Urruchua, Argentino, sí, pero de claro origen vasco, como Elsa lo es de Andalucía. Trabaja junto a pintores conocidos: Ernesto Deira, Ezequiel Linares, Carlos Cañás. La influencia gallega es patente, porque Antón recuerda constantemente el país de su infancia, que como dice Rilke, es la patria del poeta. Y Elsa es poesía en línea. Laxeiro les habla de Galicia. Y lo mismo hacen Blanco Amor, Luis Seoane. Con una calidad de dibujante realmente sorprendente, y un sentido plástico de irrenunciable raíz lírica, Elsa Pérez Vicente llega a España en 1973. Realiza una primera exposición con dibujos de toros en los que el tópico ha sido anegado por la plasticidad, por la belleza esencial, entre razonada y violenta, en la desaparecida librería Cúrros Enríquez de Vigo. Hace retratos al pastel, y sorprende la elegancia, deliberadamente decadente, como intemporal, de los ambientes que crea. Cultiva su surrealismo muy personal, como si de pronto, esa caja que todos tenemos en algún mueble olvidado, en un rincón del desván, volcara todas las viejas fotografías y, cual cromos revueltos de un albun nunca formalizado, se amontonaran sobre una mesa cubierta por mantel de ganchillo, primoroso de huecos incorporados al tejido. Hay rostros de alucinante mirada, ojos sin rostro, bocas de grito ahogado. Hay manos que suplican, imploran, gesticulan. Hay flores marchitas y objetos sin tiempo. Hay recreaciones velazqueñas, goyescas, en rosas, en azules, en carmines, como botones de sangre que surgen tras el dolor sorpresivo de un pinchazo de la niña que bordaba y tenía un acerico de terciopelo y un costurero de taracea e incrustaciones de carey. Hay un mundo, propio, inconfundible, en el arte de Elsa Pérez Vicente, con música, con danza, con la estructura equilibrada de Bach y la alegría infantil y genial de Mozart. El pastel, el lápiz, tan aparentemente caducos, cobran definitividad y se arman de consistencia interna. Cuando Elsa retrata, realmente analiza, profundiza, penetra literalmente en la psicología de su modelo, y nos dá no su morfología, su apariencia exterior, sino su vida entera en una imagen: rostro, manos, actitud. Cuando retrato a Celso Emilio Ferreiro, cabezota tallada a trazos, ojos de buey manso, bigote gauchesco, en ese retrató estaba la vida del poeta, su Longa Noite de Pedra y su negativo Viaxe ó país dos ananos. El Museo de Vigo guarda su obra. También ha interesado a otras pinacotecas y colecciones de Galicia. Las exposiciones de Elsa Pérez Vicente son escasas, pero siempre un acontecimiento.
Bibliografía
ASÍ nos ven, así somos? A imaxe da muller na arte, Concello de Vigo, Servizo de Museos Municipais, Vigo, 2015.
ELSA Pérez Vicente, Xunta de Galicia, Casa de Galicia en Madrid, Madrid, 2013.
PABLOS, F.: Plástica gallega, Caixavigo, Vigo, 1981.
TRES flores, tres pastoras, allá lejos, Deputación de Pontevedra, Pontevedra, 1987.