ROSALÍA PAZO MASIDE

Sobrina del célebre pintor gallego Carlos Maside, desde muy temprana edad va a cultivar relaciones artísticas; fundamentales en su vocación artística. Se inicia en el circuito expositivo en 1981 en una muestra colectiva en la Sala del Ministerio de Cultura de Santiago de Compostela, ciudad donde realiza un año después su primera exposición individual. Participa, de manera frecuente, en muestras colectivas y certámenes como el de Novos Valores en la Bienal de Pontevedra, en repetidas ediciones de la Muestra Unión Fenosa en A Coruña, Bienal de Artistas Gallegas en Vigo, Bienal Pintor Laxeiro en Lalín o del Certamen de Artes Plásticas de Tui; asimismo está presente en la feria de arte contemporáneo ARCO con la Galería Bacelos de Vigo. En el año 2000 forma parte de la colectiva Diálogos co silencio en San Domingos de Bonaval. Su obra se encuentra representada en el Museo Carlos Maside de Sada (A Coruña), Ayuntamiento de Tui, Museo Municipal de O Barco de Valdeorras, Diputación de Ourense, y en diversos centros de enseñanza, hospitales, etc. De espíritu inquieto y activista, ha comisariado exposiciones colectivas; ha escrito poemas, artículos de opinión en periódicos gallegos y textos teóricos en relación con su obra, la de otros artistas y con el arte, en general, en diversas publicaciones; ha sido miembro del comité de redacción de la publicación Sinal y colaboradora del suplemento cultural del Faro de Vigo; ha formado parte de los colectivos artísticos Tornillo de Santiago y TRANS de Vigo; ha explorado el diseño de estampados y colabora en el grupo I+D Fondo de Arte e Cultura Contemporánea, de la Universidad de Vigo. Reside en Covelo y está casada desde 1986 con el artista gallego de adopción Jesús Valmaseda, del que ha escrito en el catálogo Visión epidérmica.

Artista multidisciplinar, ecléctica, innovadora, que huye del encasillamiento, explora fundamentalmente las tres dimensiones con el objeto encontrado: el ensamblaje, la escultura y la instalación, que compagina con la pintura y el dibujo. Su espíritu indagador e inquieto la lleva a fusionar distintas disciplinas y a trabajar con diferentes técnicas y materiales, así como a integrar el texto en su producción, de modo que los títulos que completan la interpretación de la obra y, a partir del año 2002, como elemento fundamental de su lenguaje artístico. Su obra a nivel formal se caracteriza por un conceptualismo geométrico. Su trabajo busca la conciliación de opuestos, en relación con su visión concertadora, y en su pintura —serena y de paleta neutra— juega con capas superpuestas y transparencias. Su discurso —de tonalidades líricas— tiene referencias a la figura humana, al mundo vegetal y a la naturaleza. Dentro de la escultura pública, destaca el proyecto que realiza en compañía de su marido y que lleva por título Piélago.

En la obra pictórica Sin título —en técnica mixta sobre lienzo— que figura en la Colección Afundación, realiza un ejercicio geométrico a través del juego entre círculos, cuadrados y retículas. Combina las gamas neutras en ocres, verdes y algunas zonas de tela sin pintura que dejan al descubierto la trama del tejido. La rigurosa y calculada composición de formas repetidas, que en apariencia puede resultar fría, contiene una emotividad evocadora y una serenidad inefable, y ejemplifica el carácter innovador propio de la artista.