EDMUNDO PAZ
Paz Dacruz, José Edmundo
( Brasilia, Brasil, 1961 )
Biografía
Aunque brasileño de origen, está totalmente vinculado a Galicia. Reside y crea en Arcade, Pontevedra. Comienza a exponer a finales de los 80. Entre sus muestras individuales destacan las realizadas en la Sala de Arte de Caixavigo, en 1994; Rivas Briones, de Villagarcía, 2012, la Casa das Artes de Vigo, 2018. Ha expuesto en diversas ciudades de Galicia, en Portugal y Cuba. Galardonado en varias ocasiones, consigue el primer premio de pintura Eixo Atlántico además de otros, obtenidos en la modalidad fotográfica, que practica con éxito.
Supera ya las tres décadas de trayectoria artística, en la que prima un lenguaje conceptual y abstracto en sus orígenes, afianzado al avanzar los años. Su evolución plástica siempre tiene al paisaje como referencia. Inventa nuevas formas de naturaleza, muchas veces recortada, fragmentada o evocada. Intenta ir más allá de lo que ésta es capaz de sugerirle. Alude tanto al natural como al paisaje humano, sujeto a la experiencia vital, fruto de sus recorridos.
Su itinerario es muy coherente. Se inicia con la huella de Hernández Pijuan y su preocupación por el espacio visual además de romper la planimetría del cuadro. Inserta un vocabulario etnográfico con signos primitivos como círculos, segmentos de líneas rectas o ángulos suspendidos sobre el lecho pictórico, a la manera de Paul klee o de Mark Tobey. En su pintura conviven impresión y expresión, como se aprecia en la serie Pinturas para Andrea. La Colección Afundación atesora Sin título, 1999. En ella destacan sobre fondo monocromo signos impregnados de fluido pigmento. La temática alude a emociones y sentimientos generados por capítulos tan intensos como el nacimiento de su hija, en un proceso totalmente intuitivo. Practica una pintura espontánea en la que ha ido poco a poco (Paso a paso, 2008).
La relación con el entorno siempre estará presente en su obra, como en Un lugar concreto. Identificado sólo a través del título, el resto sólo es pincelada arrastrada, geometrismo riguroso. Títulos como A campo abierto, 2008, enseñan una manera de trabajar el lienzo como el agricultor el paisaje natural, sembrándolo de sus habituales meandros o rastreados pictóricos. Surcos que se hacen icónicos en su producción, espirales como las que forma el río o recordando los rasgos que traza un palo rastreando la arena. Son formas simples dibujadas sobre cálidos campos de color trabajados por zonas a modo de parcelas salpicadas también por imágenes biomórficas deslizándose por la superficie.
A partir de 2017 en sus creaciones, aunque evolucionan sin romper con lo anterior, se aprecian ya cambios significativos. Edmundo Paz elimina cualquier estructura parcelaria en el lienzo en beneficio de vibraciones, ritmos, ondulaciones intermitentes o sutiles estratos horizontales. Se decanta por la pintura all over de Pollock sobre toda la superficie.
Su obra simplemente existe como presencia, se ha hecho más atmosférica, eliminando ataduras. Se ha quedado con la piel de la pintura, resuelta de manera más no objetiva que nunca. Recuerda a Richter fusionando procesos y sirviéndose de la mancha y la falta de definición para alterar la visión. Pintura auténtica que embriaga al espectador por las gamas exaltadas, aguadas, transparentes y de fluidez tímbrica. Sus obras aturden, porque son efluvios de buena pintura que no obedece a modas ni a seguir la tendencia del mercado sino sólo a su demanda interior, relativa exclusivamente a la propia creación.
Fátima Otero
Bibliografía
MÁS IBÁÑEZ, R.: Namorados, Caixavigo e Ourense, Vigo, 1999.