MANUEL MILLARES
Millares Sall, Manuel
( Las Palmas de Gran Canaria, 17 de enero de 1926 - Madrid, 14 de octubre de 1972 )
Biografía
Manuel Millares está considerado como uno de los principales renovadores del lenguaje plástico del panorama creativo contemporáneo español de mediados del siglo XX. Nacido en Gran Canaria, comenzó a interesarse por la pintura de forma autodidacta, investigando las producciones de Óscar Domínguez y Eduardo Westerdahl.
Autor relevante a nivel internacional, a lo largo de su trayectoria expuso en destacados museos como el MoMA o el Guggenheim de Nueva York, en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, en el Museo de Arte Moderna de Río de Janeiro, así como la Bienal de Venecia, que supuso su consagración internacional en 1958, o en la Bienal Hispanoamericana de Arte de La Habana. Asimsimo, son múltiples las muestras póstumas que se le han dedicado. Destacó su colaboración con destacadas galerías españolas como Buchholz o Juana Mordó.
La trayectoria de Millares se puede dividir en dos etapas. La primera abarca desde sus inicios hasta 1955, momento en que se establece en Madrid. La segunda alcanzará desde esa fecha hasta su fallecimiento. El primer período se caracteriza por su investigación sobre el pasado guanche de su tierra natal y por la arqueología vinculada a culturas desaparecidas. Los signos rupestres hallados en su isla le servirán de inspiración para realizar sus Pictografías, donde estilísticamente desarrolla motivos abstractos y formas esquematizadas que recuerdan al arte prehistórico. Progresivamente, se interesará más por el estudio de la superficie de trabajo, apostando por el empleo de materiales extrapictóricos como fragmentos de cerámica, maderas, tierras o arpilleras.
Madrid será su lugar de residencia a partir de 1955 y solo dos años más tarde cofundará el grupo El Paso, junto a colegas como Canogar, Rivera, Saura, Francés, Feito y Serrano. Este colectivo impulsó la renovación de la creación plástica en plena posguerra española, apostando por la internacionalidad y el informalismo como medio de expresión. Asimismo, sus miembros consideraban que el arte debía de tener un contenido de denuncia social, sin descuidar el valor estético de las composiciones.
Progresivamente, Millares otorgará cada vez más importancia a la interacción con la superficie pictórica, desgarrando, anudando, cosiendo y perforando las arpilleras, a las que introduce todo tipo de elementos como latas, zapatos o telas, inspirándose en el art brut y el arte povera. Sus creaciones denuncian simbólicamente la crueldad de los seres humanos a lo largo de la historia, con alusiones a la muerte, a la opresión o a la miseria y tiende a reducir la gama cromática al el empleo del blanco, el negro y el rojo como colores preferentes.
La serigrafía Composición pertenece a la serie titulada Torquemada, editada por la Galería Juana Mordó en 1970, período de plena madurez en la trayectoria de Millares. En ella se observa el estilo abstracto que trabajaba este autor, donde el negro y el blanco son los protagonistas, siempre aplicados en bruscos trazos, que en este grabado se complementan con ligeras aplicaciones de color rojizo. En esta época, solo dos años antes de su fallecimiento, su obra se torna más simbólica y hermética, incluyendo en algunas creaciones extrañas caligrafías, así como puntuales regresos a la figuración, estilo que había practicado en los inicios de su carrera.