RITA MAGALHÃES
Magalhães, Rita
( Luanda, Angola, 1974 )
Biografía
Es licenciada en Bellas Artes en la especialidad de Pintura por la Facultad de Bellas Artes de Oporto. Inaugura su actividad expositiva con una muestra colectiva denominada “Alcántara” en Lisboa en el año 1998, y un año más tarde realiza su primera exposición individual en la Sala Poste-ite de Oporto, a la que le siguen numerosas muestras tanto individuales como colectivas en diversas ciudades de Portugal —principalmente Oporto—, España, Holanda, Arabia Saudí, Brasil, Reino Unido, etc.; destaca su participación en la célebre feria de arte contemporáneo Art Basel. Su obra ha sido expuesta en renombrados espacios artísticos como el Somerset House de Londres, el Witte de With Center for Contemporary Art en Róterdam o el Espaço BESART en Lisboa, y se encuentra representada en el Museo de Serralves (Oporto), Fundaçâo Calouste Gubelkian (Lisboa), Colecçao BESart (Banco Espirito Santo, Lisboa), Fundación Barrié de la Maza (A Coruña), CAC (Málaga) o el CGAC (Santiago de Compostela).
Aunque formada en la pintura, Magalhâes elige la fotografía como medio de expresión. Sus imágenes poseen una gran base e inspiración pictórica, y en ellas encontramos constantes referencias a la pintura clásica, en especial del periodo barroco: Vermeer le influye en los colores y la luz; de Turner y Friedrich toma sus atmósferas nostálgicas y vaporosas; la sobriedad y delicadeza recuerdan a las estampas japonesas; y de los prerrafaelitas como Millais reconocemos la influencia en la representación femenina. En su lenguaje artístico conviven la fotografía y la pintura clásica; se establece un sugerente diálogo entre lo moderno y lo clásico. La artista no concibe la fotografía como el acto de captar un trozo de la realidad, sino que interviene esa realidad que se presenta ante su objetivo porque hay algo que quiere expresar a través de sus románticas y oníricas piezas en las que se combina lo instantáneo y lo eterno. Sus temáticas predilectas son: la mujer, realizando labores cotidianas y domésticas, sumergida en una atmósfera de irrealidad y, por otro lado, el paisaje, el cual nunca se puede apreciar de forma directa; aparece a través de reflejos del agua, de ventanas o puertas entreabiertas. Organiza su producción a través de series que nos trasladan a distintos momentos de la historia del arte, y mediante el formato seleccionado enfatiza el discurso de sus obras, de modo que en los interiores emplea un formato pequeño para reforzar la sensación de intimidad, y en la serie con influencias orientales se decanta, sin embargo, por la verticalidad característica de la estampa japonesa.
En las cuatro obras fotográficas que integran la Colección Afundación la mujer se alza como protagonista indiscutible. En todas las imágenes se aprecia una enorme influencia de la pintura holandesa barroca, en concreto de Johannes Vermeer de Delft (1632 - 1675) y sus sencillos y delicados retratos de mujeres. La luz adquiere una importancia fundamental con un fuerte juego de claroscuros en la mayoría de las imágenes —recuerdan quizás más al italiano Caravaggio (1571-1610) que a la Escuela Holandesa— que refuerza el recogimiento de las silentes escenas, esos momentos íntimos que presentan un aire intemporal y se encuentran rodeados de misterio. Todas las jóvenes —las modelos de sus obras suelen pertenecer a su entorno familiar— aparecen solitarias, ensimismadas, concentradas o ausentes, con la mirada focalizada en un elemento que no podemos apreciar o en la lectura de una carta —evoca la obra Mujer leyendo una carta (1663-1664) del maestro holandés de Delft—, y todas ataviadas con ropajes clásicos característicos de aquella época envueltas en un halo de melancolía.