JOSÉ MANUEL LÓPEZ BOUZA

Su pasión por el dibujo y la pintura es muy temprana. Sus primeros trabajos datan de cuando contaba sólo nueve años. Fue alumno de la Escuela de Artes y Oficios de su ciudad natal. Pero como los métodos de enseñanza los considera rutinarios, decide dibujar en la calle, en los paseos, para lograr una visión más viva de la realidad y un trazo más dinámico. Se traslada a Madrid inmediatamente antes de comenzar la guerra civil, en plena república. Visita frecuentemente el Museo del Prado y participa en las exposiciones de la Unión de Dibujantes Españoles. Su primer éxito es un cartel para la Feria del Libro madrileña. Hace amistad con dibujantes famosos, como Robledano y Bagaría, que le llevan a colaborar en diarios importantes, tales como El Sol, dirigido por Ortega y Gasset, y La Vanguardia, de Barcelona. De regreso a Galicia conoce a Castelao, quien le orienta en la técnica de la xilografía. En 1936 la Diputación coruñesa le concede una beca para estudiar en París, lo que impide la guerra civil, en la que participa, movilizado. Concluida la contienda, vive en Barcelona años difíciles, y donde expone por vez primera en 1946. Un incendio en su casa ferrolana destruye todo su trabajo de los años precedentes. En 1952 decide emigrar a América. Vive en São Paulo, donde participa en las grandes bienales de arte, en la tercera de las cuales tiene ocasión de ver el Guernica, de Picasso, que le impresiona vivamente. Sigue trabajando como dibujante e ilustrador, ya que es un dibujante personal y consumado. Grandes escritores brasileños, como Alençar, son ilustrados por el ferrolano. Expone en 1962, con obra que acusa la influencia del gran artista brasileño Portinari. Participa en diversas colectivas y obtiene el primer premio de dibujo en el Salón de San Bernardo, en 1965. A partir del año siguiente comienza su época indigenista. Su obra regresa a España y se muestra en Barcelona. En 1967 expone nuevamente en la Bienal de São Paulo, y en 1969 otra vez en Barcelona, donde recibe el premio Seña. A partir de 1969 se inicia su fase ibérica. Regresa a España en 1973 y reside en Madrid, donde encuentra buena acogida de galeristas y críticos. Su Tauromaquia, ya conocida, la muestra en Stuttgart, Alemania, en 1975. En los años siguientes se suceden sus muestras en Madrid y Barcelona. Escribe diversos ensayos y estudios de arte. Interesa su obra en Francia, y a partir de 1984 se muestra en Italia, Nueva York, Londres, Francia de nuevo. Realiza dibujos para el Museo Picasso de Antibes, Francia. En 1987 participa en la octava Bienal Internacional de Dibujo de Cleveland, Inglaterra, y expone en Cardiff, Londres y otras ciudades del Reino Unido. Fallece en Madrid, en 1996, a la edad de setenta y ocho años, cuando después de muchos de trabajo, su obra de gran dibujante tiene un reconocimiento general. López Bouza es surrealista, con influencias indigenistas y primores de grabado clásico. Una elegancia evidente preside sus mundos peculiares, un tanto oníricos, imaginativos, sensuales.