FAUSTO DE LIMA

De origen gallego, con familia arraigada en Vigo, alternó la pintura con el periodismo, que ejerció en la capital de España y en diversos lugares del mundo, como corresponsal viajero. Afincado en Italia, se entregó por completo a la pintura, especializándose en el retrato, que realiza de modo muy personal, con gran elegancia y fantasía cromática. Para él han posado figuras muy conocidas de la política, el arte y el cine italianos. Ha realizado numerosas exposiciones en Roma, Florencia, donde habitualmente reside, Milán, París, etc., e igualmente en Madrid, Barcelona y Vigo, donde su única muestra, en la década de los setenta, llamó poderosamente la atención por su fantasía colorista y excelente dibujo. Está representado en diversos museos contemporáneos, así como en importantes colecciones. El Museo de Vigo posee una obra suya, no excesivamente representativa. La pintura de Fausto de Lima se encaja en un postmodernismo con ciertas reminiscencias impresionistas. Suele acudir a temas propios del expresionismo hispanoamericano, aunque siempre acuse, al fin, una tradición europea de largo conocimiento de la pintura francesa e italiana.