ANTONIO HEREDERO

La carrera artística de Antonio Heredero Guzmán, abogado y comandante de artillería, comenzó cuando ya había cumplido los 50 años y en la ciudad de Vigo, donde había sido destinado por su trabajo. Decidió retomar la afición que tenía por el dibujo cuando era niño y comenzó a pintar, celebrando su primera exposición en 1967. Tras la buena aceptación entre el público, Heredero se dedica a la pintura forma profesional, investigando la producción de los impresionistas franceses o de maestros españoles como Fortuny y Sorolla, además de otros artistas coetáneos como Paisa, Ceferino Olivé o Rafael Alonso.

Aunque con puntuales incursiones en el informalismo, el estilo de Heredero Guzmán es figurativo, con una fuerte influencia del impresionismo. Esto propicia que la naturaleza sea un recurso de inspiración inagotable, recreando diversos enclaves rurales y costeros, que le permiten ahondar en el estudio de la luz y del color. La temática de sus obras fue muy variada: desde fiestas populares a vistas urbanas, pasando por bodegones, monumentos arquitectónicos o representaciones de toros y caballos. Sin embargo, puede que fuese el mar el motivo que ocupa un lugar más destacado en su producción, reiterando en sus obras barcos atracados en puertos, gaviotas, playas, pescadores faenando o amaneceres y atardeceres.

A lo largo de su carrera trabajó diversas técnicas como el óleo y el acrílico, pero sintió especial predilección por la acuarela, mucho más representada en su producción. Precisamente en esta técnica están realizadas las siete obras presentes en esta colección. Todas fechadas entre 1977 y 1990, momento en el que se preocupó especialmente por el comportamiento de la luz sobre el agua y los efectos que provoca la lluvia sobre arquitecturas y pavimentos. Esto último se observa en la obra titulada Charco, en la que sitúa en un primer plano una charca en un camino rural sobre la que se reflejan parte de un muro, dos niñas y el perro que las acompaña.

El resto de las acuarelas tienen como protagonista el ambiente marítimo y una vez más la incidencia de la luz sobre las masas de nubes y de agua, así como las infinitas posibilidades cromáticas resultantes son los motivos sobre los que trabaja en títulos como Pareja, Viejos pesqueros o Barcos, mientras que en O barro y Pescadores mariscando participa de escenas cotidianas como las de cualquier pueblo pesquero. La gama cromática empleada en estas obras oscila entre los azules, grises, verdes y ocres, trabajados en amplias pinceladas con una gran variedad de tonalidades que enriquecen el resultado final, alejándose de estridencias, siempre teniendo con el dibujo como base.

A pesar de haber comenzado su trayectoria plástica en la madurez de su vida, Heredero Guzmán participó habitualmente en numerosas exposiciones, tanto en España como en Puerto Rico, Japón o Estados Unidos, logrando reconocimiento entre el público, lo que propicia que su obra esté presente en diversas colecciones privadas.