LUIS GORDILLO

Luis Gordillo se formó en Bellas Artes en la escuela superior de su ciudad natal, Sevilla, tras haber finalizado Derecho, y durante ese período se vio influenciado por las corrientes plásticas contemporáneas, filtrándolas, asimilándolas e introduciéndolas paulatinamente en su estilo personal, desde el dadaísmo, al hiperrealismo, pasando por el surrealismo o el existencialismo.

A finales de los años 50 tendría la oportunidad de continuar sus estudios en París, donde conoce la abstracción y el pop art, que le permiten ampliar y trabajar su expresividad configurando su propio lenguaje. Progresivamente, Gordillo se fue convirtiedo en un referente de la creación plástica a nivel nacional en la segunda mitad del siglo XX, debido a su incesante labor de investigación y experimentación. Esto le ha permitido desarrollar e interpretar diferentes estilos para adaptarlos a su producción, así como emplear diferentes medios y técnicas, al tiempo que ha influido en artistas más jóvenes. Interesado por un conocimiento global, la música, el cine o el piscoanálisis juegan un papel determinante en las creaciones de este autor que enriquece su lenguaje plástico, repleto de elementos simbólicos y narrativos que lo singularizan, haciendo referencia a diferentes situaciones sociales, muchas veces en forma de denuncia.

La trayectoria de este autor se ha visto reconocida con el Premio Nacional de Artes Plásticas, con el Premio Velázquez de Artes Plásticas, con el Premio de Andalucía de Artes Plásticas o con la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes, entre otros. Asimismo, su presencia en exposiciones ha sido constante desde el inicio de su carrera, participando en las más destacadas galerías españolas, así como en centros y museos a nivel internacional como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid), la Fundación Juan March (Palma de Mallorca), el Kunst Museum (Bonn), el Museo de Bellas Artes de Caracas, el Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana o el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla, entre otros.

Son múltiples y destacadas las colecciones públicas y privadas en las que se conserva obra de Luis Gordillo como la Biblioteca Nacional de Madrid, Colección Pilar Citoler, Patio Herreriano de Valladolid, Fundación Gulbenkian (Lisboa), Museo de Arte Abstracto de Cuenca, Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona o Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid).

Aunque a lo largo de su dilatada carrera ha trabajado diversas técnicas, el grabado ha sido una de sus predilectas, ya que para él la serialidad y la repetición, como elementos compositivos, suponen una gran herramienta de exploración plástica. La litografía perteneciente a la colección de Afundación es un ejemplo de ello. En la composición abstracta superpone varios planos de color en distintos tonos de gris sobre los que parecen flotar diferentes trazos orgánicos de carácter reiterativo, así como pequeñas piezas geométricas combinando la ordenación de la composición con la impulsividad, una de las características de la producción de Gordillo.