FERNANDO CASÁS
Estarque Casás, Fernando
( Gondomar, Pontevedra, 1946 )
Biografía
Intensa biografía la de este artista multifacético, curioso de toda manifestación cultural, cuya carrera se fraguó en Brasil, país al que fue llevado por sus mayores cuando contaba muy pocos años. Comenzó a investigar en pintura en 1964, trabajando con tintas sobre soportes inusuales, como maderas de derribo y tendidos en yeso. Hacia el 67 produce muebles que son verdaderos objetos de creación, en maderas quemadas y en cuero. Pasa en 1969 a estudiar en la Esdi-Escuela Superior de Diseño de Río de Janeiro, y su originalidad le conduce a realizar interesantísimos murales para empresas públicas del país suramericano, que derivan en creaciones en las que se transforma la naturaleza misma en su expresión vegetal, que expone en todo el noroeste brasileño, y que el artista, irónicamente, denomina «Proyecto idiotas». En 1975 retornó a España y realiza una exposición en Vigo, que sorprende por su insólita originalidad. De 1977 data su etapa que denomina Ciclo do Cupin, que continuará en los siguientes con Reciclo y Laberinto, en diversas ciudades brasileñas y en Vigo, Compostela y Barcelona. Alterna la escultura y la pintura y reliza relieves de grandes dimensiones, con el título del famoso libro de Celso Emilio Ferreiro, Longa noite de pedra, con piezas tituladas Vuelo, Onda, Fuego y Tierra, atendiendo a sus raíces gallegas. Incorpora a sus materiales la piedra y el bronce e investiga con papeles reciclados y fibras vegetales. De 1983 data su gran exposición en Vigo «Diario de Viaje», que es un recorrido imaginario por la etnología americana que tan bien conoce. Prosigue sus experiencias, inspiradas en el arte popular autóctono de la Amazonía brasileña, con obras que expone en lugares tan distantes como Ginebra y Jerusalén. De 1988 data la serie Amazonas, Serie negra, cuando el papel rugoso y denso se enseñorea de superficies irregulares o trabaja sobre tocones y fragmentos de árboles centenarios, de morfología peculiar. Con la mencionada serie consigue el premio Brasil-Estados Unidos de Artes Plásticas de dicho año, como la mejor de esa fecha en Río de Janeiro. Su escultura Amazonia-Cobra grande se coloca en el pabellón Ruth Youth del museo israelí de Jerusalem. En 1989 regresó definitivamente a España e instala taller en Gondomar. Su obra sigue mostrándose individualmente en medio mundo y acude a las grandes bienales, como la de São Paulo. Se trata de un vanguardista razonante, inquieto y reflexivo, por completo inconformista y negador de lo tradicional y manido, para quien cualquier elemento abandonable puede transformarse en arte. Es considerablemente abstracto, casi siempre informalista, en verdad telúrico. Ante sus obras, parece que escuchamos un grito estrangulado; voces roncas y lejanas y la potencia de la naturaleza de la América india en toda su intensidad, pero aderezada con siglos de cultura refinada, más implícita que explícita en sus esculturas, relieves, pinturas y collages.