DAVID MORAGO
Morago Caro, David
( Madrid, 1975 )
Biografía
Nacido en el seno de una familia vinculada al universo artístico ─su padre es el pintor cercano al realismo lírico Carlos Morago Fernández y su abuelo fue copista en el Museo del Prado─, crece rodeado de dibujos y pinturas, y a una temprana edad siente una vocación artística. Licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, inicia su actividad expositiva en su ciudad natal en 1996, y desde entonces ha expuesto su obra de manera individual y también colectiva en principales ciudades del territorio nacional como Madrid, Santander, Barcelona, Vigo o A Coruña, y a nivel internacional en países como Francia, Grecia, Canadá o Portugal. Asimismo, ha participado en numerosas ferias de arte contemporáneo en Barcelona, Madrid, Singapur, Malasia, Estrasburgo, Ámsterdam, Montreal, Miami, Los Ángeles, San Francisco, Nueva York u Oporto. A lo largo de su trayectoria ha ganado destacados premios, entre los que cabe destacar, entre otros, el primer premio en el X Certamen Nacional de Pintura en el Parque del Buen Retiro (1998), primer premio en el Certamen Nacional de Pintura de Boadilla del Monte (1998), premio adquisición en la LXXII Exposición Nacional de Artes Plásticas de Valdepeñas (2004), Premio Fundación Indas (2004), primer premio Ciudad de Alcázar (2012), y el primer premio en el XXII Certamen de Dibujo Gregorio Prieto (2013). Su obra figura en destacadas colecciones institucionales, así como en numerosas colecciones privadas.
Su trabajo artístico rezuma nostalgia e intimismo, y está dominado por el silencio, la paciencia, el frío y cierto aire romántico y onírico. A través del dibujo, la pintura, y también el grabado, muestra inquietudes y recuerdos procedentes de su infancia. De este modo, la cercana relación de su padre ─quien constituye un referente clave en su lenguaje artístico─ con el director del Museo de Historia Natural de Madrid se ve reflejada en su gusto por retratar animales en solemnes poses y a escala casi natural ─tiene predilección por el formato monumental─, así como en sus obras focalizadas en la naturaleza, y el paisaje, género fundamental en su producción, en la que también hay lugar para naturalezas muertas de libros, carpetas y papeles apilados, que evocan para Morago tanto el estudio de su progenitor como el de su abuelo. Combina en su personal poética, en la que refleja un gran dominio del color, un virtuoso realismo con una expresión muy próxima a la abstracción, de tal modo que nos traslada a un personal universo de acento evanescente en el que se fusionan la imaginación y la realidad con un carácter principalmente cotidiano.
En la Colección Afundación figura una obra del autor madrileño en la que retrata a un caballo, animal recurrente en su personal bestiario, con su característica técnica mixta sobre soporte de madera y en un formato de grandes dimensiones. El corcel, situado sobre un diluido y etéreo suelo y un indefinido fondo blanquecino, se muestra sereno, en tres cuartos, de espaldas, y con la cabeza girada en tres cuartos, de tal forma que su mirada se dirige al espectador. La raza del caballo, Appaloosa, de pelaje moteado negro y blanco, le sirve al artista para jugar con esas motas y plasmarlas por toda la superficie pictórica en diversos colores y tamaños, de manera que nos sumerge en un universo ilusorio que parte de un gran realismo en ciertas zonas del animal, principalmente en la cabeza, que contrasta con el carácter abstractivo de otros elementos, en una sugerente y enigmática composición.
Bibliografía
DAVID Morago: “Territorio”, Aurora Vigil-Escalera Galería De Arte, Gijón, 2015.