CANOGAR

Aunque durante su niñez vivió en varios lugares de España, Rafael Canogar se establecerá en Madrid en 1944, donde además de cursar el Bachillerato mostrará su interés por el dibujo. En 1948 se convertirá en discípulo de Daniel Vázquez Díaz y asiste a clases al Círculo de Bellas Artes. Sus primeras obras se verán influenciadas por Braque, Miró o Picasso y a comienzos de la siguiente década participará en su primera muestra.

Será entre 1955 y 1956 cuando realice sus primeros viajes formativos a París e Italia, para convertirse en 1957 en cofundador del grupo El Paso, en el que también participaron Feito, Millares y Saura. Su labor supondría la renovación del panorama plástico contemporáneo español a través del informalismo y, aunque el colectivo se disolvería a finales de los años 60, propició que España fuese reconocida artísticamente a nivel internacional y supuso una gran influencia para varias generaciones de creadores. 

La siguiente etapa de este pintor está relacionada con la figuración, que introduce en su producción mediante fragmentos fotográficos o la representación de objetos y rostros. El realismo que trabajará en la década de los años 60 le sirve para realizar un arte de denuncia social, inspirado en la corriente pop. Las exposiciones a nivel internacional serán constantes en este decenio, destacando su participación en la Bienal de Venecia de 1968.

A mediados de los años 70 regresará a la abstracción para reflexionar sobre soportes y materiales. Desde entonces alternará períodos en los que trabaja el informalismo y otros en los que apuesta por la figuración, ésta característica de los años 80, en la que las figuras esquemáticas en escenas urbanas o los bodegones dominan su producción.

La exitosa carrera de Canogar ha sido muy reconocida y la participación de sus obras muestras de las más destacadas galerías de arte contemporáneo, así como de instituciones y museos es constante. Su carrera ha merecido importantes galardones como Caballero de las Artes y las Letras de Francia; Premio Nacional de Bellas Artes; Gran Premio de la Bienal de Sao Paulo; Premio Nacional de Artes Plásticas; Premio Nacional de Grabado o Académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, entre otros. Sus creaciones participan habitualmente en retrospectivas sobre el informalismo español y están representadas en centros como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, la Colección de Arte Contemporáneo de Patrimonio Nacional, Es Baluard, la Fundación Juan March, el Centro Atlántico de Arte Moderno o la Biblioteca Nacional, entre otros.

Considerado como uno de los máximos exponentes del arte abstracto español del siglo XX y comienzos del XXI, Rafael Canogar, autor de Composición, litografía perteneciente a esta colección, es un artista multidisciplinar que ha trabajado la técnica del grabado a lo largo de su carrera. Su labor en este campo le valió el Premio Nacional del Grabado en 2012.

Datada en 1991, la obra coincide en fecha con la retrospectiva que le dedican la antigua Universidad de Salamanca y el Auditorio de Santiago de Compostela bajo el título Rafael Canogar. Obra Gráfica, 1959-1990. Asimismo, se observan las características formales de este período, en el que regresa al color, a la simplificación de las formas, muchas veces incluidas en escenas urbanas, y a la superposición de los bloques de color sobre los que parecen flotar cabezas antropomorfas silueteadas por gruesas líneas negras. La creación pertenece a la serie Escena Urbana (162), de la que realizó una tirada de 95 ejemplares y 10 pruebas de autor, para la que empleó una técnica mixta con pasajes de materia y collage.