ABELARDO BUSTAMANTE

Escasas noticias hay publicadas sobre este artista de fina sensibilidad, dedicado habitualmente al paisaje y en cierto modo indentificable con Abelenda y con Pintos Fonseca. Residió en Vigo más de la mitad de su dilatada vida, ya que Angel Ilarri, que lo trató personalmente, afirma en un trabajo de 1978 que llevaba en la ciudad «más de cuarenta años». Realizó escasas exposiciones y apenas participó en certámenes. Alto, delgado, tenía un aspecto de antiguo explorador británico, con su sempiterno traje de pana, sus botas rematadas en «leguis» y aquella cabeza noble, de rostro alargado, con mirada perdida tras los gruesos cristales de su gafa, con el cabello blanco, lacio y completo. Aparecía cotidianamente en el Café Goya, donde mantuvo la tertulia y el diálogo, siempre amable, discreto y cordialísimo. Bustamante era un apasionado del agua. En sus cuadros suele hacer siempre un río, un rincón de la bahía viguesa, entre árboles y vegetación. Puede adscribírsele al impresionismo, aunque con clara influencia literaria y estrictamente poética. Figura en el Museo de Castrelos y en colecciones de importancia, puesto que, a todos los efectos, es un pintor gallego de la generación de Colmeiro y de los citados Abelenda y Pintos Fonseca.