VIRXILIO BLANCO
Blanco Garrido, Virxilio
( Forcarei, Pontevedra, 24 de noviembre de 1896 - 24 de junio de 1948 )
Biografía
Virxilio Blanco Garrido toma muy joven el camino de Cuba; allí serán sus primeras experiencias como pintor. su primera exposición, en 1923, la hará en el Centro Gallego de La Habana en donde se había iniciado en el arte como alumno de sus clases de Dibujo y Pintura. Alguno de los títulos de los cuadros expuestos —es el caso del denominado Seica chen sabe: unos niños ante una “lareira” comiendo patatas— aluden a una temática realista, de condición social, con ese sentido de la nostalgia y de la querencia por la vuelta a las raíces, de los gallegos “indianos”.
Será este mismo Centro Gallego quien posibilite que aquel joven haga, en Madrid, los exámenes de ingreso en la denominada Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado en el año 1924. Estará en España, de forma ininterrumpida, hasta 1927 en que vuelve a Cuba para, en ese mismo año, con una nueva beca, ir a París. Pues bien, aquella primera estancia en Madrid le permite, además de estudiar, visitar museos , especialmente el del Prado, e ir a su tierra natal, lo que supone un contacto más con sus orígenes, al tiempo que va a practicar un tipo de naturalismo que tiene referentes en pintores como Sotomayor y Zuloaga, no sin desconocer la apetencia de horizontes nuevos, propugnados por la “Asociación de los Artistas Ibéricos” que realizan en 1925 la primera exposición considerada de arte contemporáneo en Madrid.
Por otra parte, el París de 1927 supone, para él, un modo de conocimiento de las formulaciones vanguardistas que, por entonces, se desarrollaban allí. Entre los pintores de la llamada Escuela de París su modo de hacer se va a aproximar al de Maurice Utrillo pero también le van a llamar la atención, por ejemplo, los logros de la llamada pintura naïf. Y si Utrillo le puede suponer todo un referente a la hora de aproximarnos al paisaje urbano, lo naïf le aporta recursos al mundo del retrato. En ese mismo año estará en Galicia y, por supuesto, volverá, de nuevo, a Madrid.
Ya en 1930, con una bolsa de la Diputación de Pontevedra regresa a París y otra, de la misma entidad, en 1932, le va a facilitar una nueva estancia en la capital de España. Con este ir y venir, su pintura había fraguado una obra altamente expresiva y será este ya el momento de la vuelta a casa. Y de sus paisajes parisinos pasará a tomar como motivo otros de Galicia, tanto de carácter urbano como de carácter rural.
La Guerra Civil y la dura postguerra harán que su obra, y el mercado de la misma, se concentre en Galicia: Vigo, Pontevedra, A Coruña, Santiago serán lugares en donde se muestre, en diferentes exposiciones. En todos los casos, su quehacer tenía, por una parte, como fuerza motriz esos conocimientos que había adquirido a lo largo de su trayectoria, de carácter vanguardista y de raíz fundamentalmente parisina; y por otra, la presencia de rincones gallegos, concebidos con una fuerza expresiva evidente.
La colección de Afundación cuenta con una vista de París, de 1929 y otra del Jardín del Posío de 1931.
José Manuel García Iglesias
Bibliografía
Castro, X. A.: Renovación e avangarda en Galicia (1925-1933) Pontevedra, Diputación Provincial, 1986.
Pablos, Francisco: Plástica gallega. Vigo, Caixavigo, 1981.
Mon, Fernando: Pintura contemporánea en Galicia. A Coruña, Caixa Galicia, 1987.