BELLO PIÑEIRO
Bello Piñeiro, Felipe
( O Seixo, Franza, Mugardos, A Coruña, 20 de marzo de 1886 - 9 de diciembre de 1952 )
Biografía
La primera etapa de formación de Felipe Bello Ferreiro la recibe en Ferrol como discípulo de Vicente Díaz y Eduardo de la Vega. Desde 1901 se forma en Academia de San Fernando, fundamentalmente con Muñoz Degrain y José Garnelo, en cuyo taller trabajó hasta 1909. No se instalará de forma definitiva en Galicia hasta 1917, concretamente en O Seixo, su lugar de nacimiento; más tarde se traslada a Doroña. Su labor cultural supera la propia de un pintor: cataloga la cerámica de la Real Fábrica de Sargadelos, escribe, organiza exposiciones…
Destaca también por su compromiso con el galleguismo, hasta tal grado que llega a plantear su pretensión de “nacionalizar la pintura galaica”; ello le lleva a buscar un modo propio que va a proyectar, de manera fundamental, en el paisajismo. ¿Hasta qué punto cabe expresar lo que denomina “espiritualidad y sentimientos gallegos”? Él lo intenta hacer imprimiendo un sentido lírico, y lo que hace tiene mucho que ver con su admiración `por los románticos ingleses; en concreto por Turner y Constable.
Será en 1919 cuando se traslada a Viveiro, hasta el año 1921; pretende seguir investigando sobre la Real Fábrica de Sargadelos y, también, pintar el mar. Ahora ensaya el uso de la acuarela. Se observa entonces su interés por las formas orientalizantes, por el modernimo e, igualmente, por el simbolismo; ha de ser ahora cuando recibe la influencia de la estampa japonesa; su conocimiento de la ilustración, que se presentan en publicaciones como La esfera y Blanco y Negro, es evidente. Además, se interesa por impresionismo francés. En esta etapa pinta tres estancias de la llamada Casa Agrelo: El Escritorio, El Dormitorio y El Gabinete.
En 1922 se instala, de nuevo, en O Seixo y es en 1925 cuando se le encarga la decoración del techo de la Sala de Conversaciones −también llamada “Pecera”− del Casino Ferrolano. Más tarde, continuará la decoración de este espacio, tanto en los años 1932-1933, como en un momento posterior, en los años 1935 y 1936, en los que realiza tres paisajes, completando definitivamente esta obra, en cuya iconografía Mosquera Rodríguez entiende que se ensamblan lo popular, lo profano y lo religioso, algo propio de un autor interesado por la elaboración de un discurso propio.
A partir de 1940 Bello Piñeiro se abre a una nueva etapa. Lleva a cabo una amplia creación y mantiene, en lo fundamental, su estilo. El paisaje es el género que trabaja más. En los últimos tiempos pintará sobre todo nocturnos. En 1942 es elegido, por unanimidad, Académico de Número de la Real Academia de Bellas Artes Nuestra Señora del Rosario de A Coruña. Su final, marcado por su adicción al alcohol, resultó bien triste. Era ya, entonces, entre 1944 y 1949, un pintor al que se le había pasado su tiempo.
La colección Afundación tiene dos buenos paisajes de Bello Piñeiro. Uno, de 1930, Carretera de O Seixo y Rio en Otoño, de dos momentos diferentes de una producción identificada con un paisajismo que, ante todo, quiere ser −según el propio pintor− “gallego”.
José Manuel García Iglesias