Desde la calle Augusto González Besada y la plaza de San Xosé se accede al edificio de piedra con formidable vestíbulo. La luz inunda desde las fachadas esta ágora que corona un óculo. Alberga cinco esculturas de Sergio Portela, entre ellas un ángel suspendido en el espacio de luz cenital que atraviesa todo el inmueble.
El vestíbulo puede utilizarse para recepciones, cócteles, caterings o como zona de apoyo a otras estancias.