CONOCIENDO LAS EMOCIONES: el programa y su impacto en las personas participantes - PRESENTACIÓN DE RESULTADOS

Adquirir competencias emocionales, también después de haber cumplido más de 60 años, es una herramienta de extraordinaria utilidad para la mejora del bienestar. Así se desprende de la investigación de los resultados del proyecto «Conociendo las emociones», de Afundación, en cuya primera edición participaron un total de 71 personas de toda Galicia. Un equipo especializado de Afundación y Matia, instituto gerontológico de referencia en España en la materia y con más de 20 años de trayectoria, trabajó con herramientas cualitativas y cuantitativas para medir sus resultados antes y después de su implementación. En ella se observa que el 86 % de las personas participantes mejoraron sus niveles de bienestar o sus competencias emocionales respecto al inicio del programa.
PREVENIR Y REPARAR
Los resultados del proyecto indican que la formación para la mejora de las competencias emocionales es un instrumento útil que, desde la prevención, contribuye tanto a preservar un buen estado de bienestar psicológico como a mejorarlo cuando se parte de un estado menos óptimo. Así se desprende de la valoración realizada con cada participante antes y después del desarrollo del programa.
El interés unánime que expresan las personas participantes ante la posibilidad de continuar en sucesivas fases del proyecto deja clara la autopercepción que tienen sobre los beneficios de este programa.
GESTIONAR LAS EMOCIONES
El trabajo desarrollado durante el programa acercó a las personas participantes herramientas para mejorar la gestión emocional. La medición de resultados empleando la Escala de Bienestar psicológico de Ryff y la Trait Meta Mood Scale-24, que permite valorar los avances en esta materia, indica que el 86 % de las personas participantes obtuvo resultados positivos y 2 de cada 3, un 69 %, mejoró su bienestar.
Los datos del estudio muestran resultados positivos en las diferentes competencias emocionales, a su vez, dimensiones de la inteligencia emocional: la conciencia, la comprensión y la regulación emocional; así, un 31 % manifestaron al término del programa haber comenzado a prestar más atención a las emociones propias, el primer paso para poder comprenderlas, y un 40 % mejoraron su comprensión emocional.
El porcentaje de personas con una regulación insuficiente disminuyó del 38 % previo al comienzo del programa al 19,7 % registrado al finalizarlo. Dicho de otro modo, quienes obtienen puntuaciones correspondientes a una adecuada comprensión emocional superan el 80 % al finalizar el programa.
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