AMAYA BOZAL
Bozal Chamorro, Amaya
( Madrid, 1972 )
Biografía
Amaya Bozal se formó en Historia Antigua y en Filología Clásica en la Universidad Complutense de Madrid. Paralelamente acude a formarse en técnicas pictóricas en la Academia Sotomesa y en los Talleres de Arte Actual promovidos por el Círculo de Bellas Artes de la capital española, donde tiene oportunidad de conocer a Manolo Valdés y a Miguel Ángel Campano. Como inspiración, la propia artista menciona los trabajos de Goya, Rothko, Cézanne o El Paso.
A lo largo de su carrera ha compaginado su labor de artista plástica con la de traductora, colaborando con diversas editoriales y traductora independiente para textos de carácter científico sobre arquitectura, filosofía, cerámica, arte o poesía en diferentes idiomas.
Su obra se conserva en colecciones como la de la Fundación Mainel (Valencia), Fundación La Caixa (Barcelona), la del Banco Santander, la Paul Sharpe Contemporary Art (Nueva York) o la Colección del Ayuntamiento de Zamora, entre otras. Asimismo, ha expuesto en la Fundación Carlos de Amberes (Madrid), en el Teatro Real (Madrid), en el Instituto Cervantes (Dublín) o en la feria de arte contemporáneo ArteBa (Buenos Aires).
Tanto en escultura, grabado, trabajo en vidrio, cerámica o pintura, la obra de Bozal se caracteriza por su constante investigación con diferentes técnicas y disferentes estilos, así como en la incorporación de diferentes elementos orgánicos aparentemente ajenos a la producción plástica convencional. En sus composiciones, en las que el género del paisaje, junto a la figura humana, ocupa un lugar destacado de su producción, destacan en el resultado final la importancia que concede a la textura.
La obra Campos de lava, fechada en 1999, responde a las características mencionadas. La autora recrea una vista y como suele ser habitual en sus paisajes es de estilo abstracto. La preparación del soporte y de los pigmentos centra buena parte del trabajo que dan como resultado estas composiciones donde plasma fragmentos de la naturaleza, en este caso ordenado de forma estratigráfica, jugando con la densidad de las distintas materias empleadas. Los blancos, ocres y negro se superponen en distintas franjas logrando un contraste visual y de texturas, ya que cada banda tiene distinta anchura y acabado, mientras que las manchas rojas que salpican la parte inferior de la composición aluden al título de la obra. Son varios los “campos de lava” que realizó Bozal en 2000, incluidos en una serie titulada Paisajes minerales, en los que las cenizas, la lava o la sal protagonizan los títulos de estas vistas abstractas y la utilización de brea, encáustica, arpillera y lino, estos últimos empleados como soporte, se hacen común a todas ellas.